Se lo ha ganado todo y por lo alto. A la mexicana Paola Longoria solo le falta una medalla olímpica pero el ráquetbol aún no hace parte de esas justas en la que sin duda brillaría y dejaría una marca difícil de alcanzar.
Este martes volvió a colgarse una dorada en unos Juegos Panamericanos, esta vez en Santiago de Chile, donde se impuso a su máxima rival, la también mexicana Montserrat Mejía, por 11-9, 11-8 y 11-3.
Ya son cuatro títulos continentales seguidos a los que se suman doce Abiertos de Estados Unidos en individual -seis más en dobles-, cinco mundiales, tres Juegos Panamericanos, cuatro Centroamericanos y del Caribe… la lista es larga.
A sus 34 años se ha vestido con más de medio centenar de oros en un medallero donde escasean las platas y los bronces.
Longoria fue la primera mujer mexicana en alcanzar el número uno en el ránking profesional del ráquetbol un logro que mantuvo por una década de forma consecutiva.