EFE
Israel- En el Kibutz de Nir Oz y en otros lugares del sur de Israel, una treintena de arqueólogos ayudan desde hace dos semanas a identificar los cuerpos de las numerosas víctimas que quedaron totalmente irreconocibles en ataque de Hamás del pasado 7 de octubre.
“Soy uno del grupo de la Autoridad de Antigüedades de Israel que vino acá para buscar en las casas que se quemaron el 7 de octubre, porque al quemarse las casas hay personas que no sabemos si se murieron o si están en Gaza” secuestradas, asegura el arqueólogo Joe Uziel en un descanso.
Tiene toda la cara llena de hollín por las cenizas de la casa del Kibutz que lleva todo el día manipulando para intentar encontrar alguna pista que le sirva para saber si han restos humanos en la vivienda.
De origen cubano, cuenta que su trabajo habitual es con los rollos del Mar Muerto, con cosas “de tiempos antiguos, pero ahora estamos excavando en los tiempos modernos”, comenta, antes de explicar que de “todas maneras empleamos el mismo método”.
En una vivienda totalmente arrasada por las llamas durante el ataque del 7 de octubre, un arqueólogo del equipo acumula la ceniza y los restos quemados en el suelo y los vierte en unos cubos que saca a la calle. En una zona de patios, del ahora vacío Kibutz, otros arqueólogos, ayudados por algunos soldados trabajan en parejas. Primero, criban las cenizas y después hacen un triaje de todos los objetos en búsqueda de cualquier cosa “que pueda servir para saber si estaban en su casa o no”.